Ir al contenido principal

Jorge Bustos, Candidato a la Alcaldía de Valparaíso por Nueva Fuerza

La candidatura de Jorge Bustos a la Alcaldía de Valparaíso surge desde la izquierda y los colectivos alternativos, desde los movimientos sociales y políticos que desarrollan su actividad en esta ciudad. Surge con la determinación de disputar el espacio del poder municipal a la derecha y la Concertación, pero sobre todo, a la mafia que ha asolado a la ciudad puerto, donde tres de sus representante s han usufructuado de sus cargos de alcaldes y concejal para beneficio propio, constituyendo de paso, una sociedad de intereses económicos que está por sobre los intereses de la UDI, PDC y PS, que es donde militan Castro, Pinto y Almarza. Jorge Bustos representa la emergencia de una nueva fuerza política y social que, más allá de las elecciones, se ha propuesto un cambio radical en el quehacer político y el servicio público. Se ha propuesto desarrollar un proyecto integral que beneficie a la mayoría de los porteños y porteñas. Un nueva fuerza que se ha propuesto realizar los cambios radicales que la mayoría espera. Esta candidatura es el comienzo de un largo camino de recuperación democrática, de un reencuentro o, en algunos casos, del encuentro de los diversos sectores que luchan por una ciudad, por un país y una sociedad más justa. Mi nombre es Jorge Bustos. Soy hijo de Yolanda, obrera, dirigenta de los trabajadores textiles y wanderina; y soy nieto de Ángel Custodio, fundador del Sindicato de Estibadores de Valparaíso y también wanderino. Inevitablemente, terminé siendo wanderino. Estudié la primaria en la Escuela Nº5 del Puerto y me crié junto a la abuela Ana Rosa, peluquera y cristiana, de la Iglesia San Martín del Barrio Puerto.

Mi juventud transcurrió en el Liceo Nº3. De ahí, en la tristemente famosa Academia de Guerra y el Lebu. Una vez liberado del horror, me dediqué a fundar peñas y a cantar en ellas, dándomelas de artista para capear la cesantía. Entre los años 77 y 81, trabajando como estibador para pagarme los estudios y terminar la secundaria en la nocturna.

Luego vinieron las cosas más serias: huelgas y clandestinaje, a jugarse el pellejo por la democracia junto a muchos otros jóvenes, como correspondía.

A la vuelta del terror, otra vez al trabajo portuario, a la orilla, parte inseparable y genética de mi familia. No obstante, la vuelta de la democracia no implicó cambios significativos para quienes producimos las riquezas de este país; por eso tomé la decisión de asumir la dirigencia de mi Sindicato Profesional de Empleados de Bahía, con el convencimiento de que los trabajadores debemos ser parte de las luchas reivindicativas, pero además ser parte en la construcción de una verdadera democracia.


Desde el “Puertazo” de 1999 al “Porteñazo” de 2011, he sido parte protagónica en las demandas más sentidas en la defensa del desarrollo de nuestra ciudad, pero sobre todo porque las inmensas utilidades que genera la actividad portuaria queden para beneficio de todas las porteñas y porteños.

En esa lógica, hoy damos el salto a la política para disputarle el poder comunal al duopolio político, en la convicción de que los trabajadores y el pueblo de Valparaíso, en general, hemos perdido más de lo que hemos ganado con quienes han gobernado hasta hoy.

Comentarios